Lucía, tiene 26 años, es oriunda del barrio Mayol y además es profesora de biología dando clases a los alumnos del primer año y ayudante del laboratorio en la secundaria N°10 del barrio Pico de Oro.

Ruiz comenzó a pelear cuando tenía 16 años en Florencio Varela, luego pasó por  Berazategui, Zeballos, Villa Vatteone, Lanús, Club Varela Junior y hace dos años  que entrena en el gimnasio “El Signo” de San Francisco Solano junto a Osvaldo Falcón.

En el año 2006, Lucía comenzó a entrenar boxeo de manera recreativa. Ella se acercó al deporte porque le gustaba mucho, y en esa época no había tantas mujeres boxeadoras, por eso algunos entrenamientos los hacía con hombres y de a poco se fue acostumbrando al ring. Ruíz nunca se imaginó un futuro de esta manera.

Al año de entrenamiento, ella quedó embarazada de su primer hijo; en el 2010 nació el segundo. Luego de cuidarlos retomó los entrenamientos y en abril de 2011, Ruíz sacó su licencia y comenzó a entrenar con todo para lograr el objetivo de convertirse en boxeadora profesional.

De la mano de su entrenador Osvaldo Falcón, logró en el 2015 su título más importante, ser campeona de la Liga Metropolitana en la categoría 48 kilos, derrotando a Celeste Alaniz.

En noviembre de ese mismo año, Ruíz realizó su primera defensa exitosa del título ante la misma oponente, y al año siguiente volvió a pelear por la segunda defensa del título venciendo a Belén Barrios.

El boxeo y la mujer

Lucía Ruíz resalto el cambio que ha tenido el deporte de los puños en las mujeres: “cambió mucho el boxeo desde que arranqué hasta la actualidad. Aunque siguen existiendo entrenadores o personas del ámbito que considera que la mujer está en condición dispar ante el hombre. Hoy se le está dando mucha importancia al boxeo femenino y sobre todo a nivel mundial, porque en el país contamos con boxeadoras campeonas y existe un gran nivel. 

Lucia remarca que antes era muy difícil conseguir una rival de la categoría, “muchas peleas con licencia se me cayeron por esta cuestión. Con 51 kilos, luchaba ante boxeadoras que tenían cinco kilos más”, recuerda.

Su futuro

Ruiz tiene un objetivo claro y nada parece detenerla: “tenemos pensado con mi entrenador lanzarnos al profesionalismo, ya que contamos con la experiencia necesaria para enfrentamos a rivales de gran calibre. La meta es sacar la licencia profesional a fin de año y comenzar a pelear en categoría mini mosca. Quiero pisar fuerte en el profesionalismo y lograr alguna chance de título argentino”.