La canción concebida por los docentes Patricia Benary, Juan Martínez y Julieta Bayerca tiene una melodía contagiosa. Su letra irradia hidalguía a través de un mensaje auténtico respaldado por un compromiso diario: estimular la aprehensión de conocimiento en los niños.

El colegio “Héroes de Malvinas” abre sus puertas en 1960 con otra denominación: “John Fitzgerald Kennedy”. En 2011, deciden modificar su nombre por el actual. La comunidad participa activamente durante la elección entre tres opciones: “Mujeres Argentinas”, “Alfonsina Storni” y la alternativa que resulta vencedora.

Durante su visita a la escuela, Julio Pereyra destaca el trabajo por los chicos de la zona para “igualar sus oportunidades en el futuro”. El Intendente protagoniza un encuentro con todo el personal en una de las aulas.

Los tópicos abordados en la reunión giran en torno a las necesidades del sistema educativo, el aumento de la violencia en la sociedad y su reflejo en los salones, más el incremento en la cantidad de chicos que asisten diariamente a los comedores.

“Su acercamiento a los vecinos es significativo por la atención con la que escucha cada una de nuestras inquietudes. Me parece un modo lógico de conocer la situación de cada área perteneciente al partido e intentar hallar la solución”, reflexiona María Islas, titular de la institución hace 11 años. 

El vínculo de la entidad con su entorno es sumamente fraternal: organizan mateadas grupales y convocan a los padres para asistir a clases abiertas de educación físico o artística. “Deseamos que las familias vean como trabajamos con sus hijos y los cuidados que aplicamos durante su estadía”, afirma la Directora.

A diario, asisten estudiantes que viajan desde La Carolina, San Jorge, El Alpino y El Pato más aquellos que viven en zonas aledañas. Junto a sus maestras, desarrollan diversos proyectos vinculados a descubrir el valor de sus derechos con el Bicentenario de la Declaración de la Independencia Argentina  como eje fundamental en un contexto de hermandad Latinoamericana.

“Es un disparador para explorar todas las áreas: prácticas del lenguaje, la cultura, la música, el arte o la historia. Consideramos una manera atractiva de abordar diferentes aspectos”, describe Islas.