Junto a la secretaria de Cultura y Educación –Julieta Pereyra- y las autoridades de la institución, el Mandatario Comunal visitó los distintos sectores temáticos. Iniciaron el itinerario por el patio, donde estudiantes, auxiliares y docentes restauraron un espacio. La iniciativa requirió el armado de una estrategia global: diseñaron planos, evaluaron opciones, debatieron hasta encontrar la mejor opción. Luego, pusieron manos a la obra para construir una pequeña plaza que los adolescentes eligieron como lugar de encuentro o lectura durante el recreo.

El extenso pasillo central, lookeado para la ocasión con coloridas guirnaldas colgantes, funcionaba como guía durante el paseo: con cada paso, los visitantes descubrían distintos tópicos y accedían a información específica tras cruzar la puerta del salón donde los adolescentes relataban su labor.

En la sala de literatura, textos firmados por los jóvenes inundaban las paredes de sentimientos. En el área destinada al análisis de la naturaleza, brindaban recomendaciones para cuidar el medio ambiente o consejos para reciclar materiales. En el laboratorio, explicaban diversas reacciones químicas y en la zona lúdica revelaban el modo de utilizar la matemática para salir victorioso durante una partida en diversos juegos de mesa.

Culminaron el trayecto con una novedad en el ámbito tecnológico: la creación de una computadora abierta portable con prestaciones similares a las de una netbook creada por quienes cursaban séptimo año en la especialidad informática.   

“El séptimo año consecutivo de la exhibición resultó el más complejo porque, como comunidad educativa, tuvimos varios inconvenientes: muchos vinculados a la situación socioeconómica actual, que impactó en las familias de cada chico; Otros fueron internos, asociados a cuestiones edilicias. Por ese motivo, sentimos orgullo de poder abrir las puertas de la escuela para mostrar nuestra labor”, reflexionó el titular de la Comisión Directiva, Miguel Vargas.