“Restauramos un espacio emblemático para la zona no solo por sus dimensiones sino por la proximidad a los establecimientos educativos. Las tareas ejecutadas generaron una verdadera transformación del área para el disfrute de los vecinos y vecinas cuando la situación sanitaria permita aprovecharlo en su totalidad”, remarcó el intendente.

La máxima autoridad distrital ideó e implementó junto a su gabinete un plan para la restauración de plazas radicadas en los diferentes barrios varelenses: sitios que la ciudadanía convirtió en emblemáticos para el distrito y eligió como puntos de encuentro o referencia.

“La planificación resultó trascendental para optimizar el tiempo. El objetivo estipulado fue lograr que cuando ciudadanos y ciudadanas regresaran paulatinamente a jugar con sus niños y niñas, a entrenar o hacer deporte con las recomendaciones sanitarias imprescindibles encontrara ambientes confortables, limpios, seguros e iluminados”, describió Watson.

Los trabajos abarcaron una superficie total de nueve mil metros cuadrados e incluyeron: desmalezado, forestación, pintura de bancos, instalación de cestos donde arrojar residuos, nuevos juegos infantiles, reparación de los senderos internos más reconversión del alumbrado público mediante la colocación de luminarias LED.

En 1980, Nancy formó su hogar a unas pocas cuadras de distancia. Solía caminar por la plaza acompañada por su mamá. Ahora repitió la rutina junto a su esposo. “Hace dos semanas regresamos. Estamos encantados. Valoramos la limpieza y el orden. Hay más asientos y más árboles ¡Quedó hermoso! Ahora llegó el momento de cuidarlo para los chicos y chicas principalmente”, afirmó.

“Me alegró ver los arreglos. Vinieron muy bien. Fue muy importante porque nos hizo sentir mucho más seguros cuando venimos a hacer ejercicios”, destacó Rosa quién llegó al barrio hace más de tres décadas.