Vemos con preocupación lo sucedido esta vez por los representantes del Florencio Randazzo en Florencio Varela. En la pintada se puede leer: “RANDAZZO 2017. Casamiquela. Tony Suárez. Yohanna Bogado. Víctor Juárez. Ringo”.

Hace poco tiempo vimos como siniestraban el mural en homenaje a las Madres de Plaza de Mayo en sus 41 años de lucha en Avellaneda. Ese hecho fue repudiado por todos. Nos duele escribir estas líneas pero no existe mucha diferencia en cuanto al resultado.

Teníamos pensado preparar una retrospectiva desde derechos humanos sobre la obra de Isaac Benapres, alguien que siempre estuvo comprometido con la memoria, la verdad y la justicia desde los primeros momentos, incluso donó obras a esta dirección.

Los murales son obras colectivas realizadas “a pulmón” donde se consiguió luego de muchos meses garantizar la comida de los participantes, las pinturas y pinceles y se puede ver la presencia de vecinos y niños dibujando y pintando sobre temas previamente consensuados.

Los murales vandalizados fueron hasta ahora seis: Sobre los 43 estudiantes mexicanos asesinados en Ayotzinapa./ Sobre el pueblo Palestino./ Sobre la lucha de Susana Trimarco y la trata./ Sobre Dilma Rousseff y el golpe en Brasil./ Sobre el Pascua Di Nella y la memoria, la verdad y la justicia./ Sobre los pueblos originarios y Milagro Sala.

Tapar el arte popular de cualquier sector y apelar al silencio no es el mejor camino hacia la democracia que queremos. La destrucción de estos murales implican la destrucción de ideas, creencias, acallando la conciencia colectiva que clama ante las injusticias que no siempre nuestros Estados resuelven.

Llamamos a la reflexión porque estos actos son un claro mensaje a la sociedad que no debemos olvidar.